Deficit de Atención en Adultos (TDAH)

 

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¿Cómo se presenta el TDAH en adultos?

El TDH es un trastorno del Neurodesarrollo y se define, como un Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo. El TDAH afecta a millones de niños y suele durar hasta la adultez.

Su etiopatogenia es multifactorial y en ella se interrelacionan factores genéticos, neuroquímicos y neuroanatómicos, así como influencia de factores ambientales.

El TDAH en adultos es diferente al TDAH en niños. En parte porque hay una notable reducción de la sintomatología hiperactiva respecto al déficit de atención. En los adultos con TDAH se han descrito alteraciones en el rendimiento académico, la adaptación al medio laboral, las relaciones interpersonales, los problemas en la conducción de vehículos, así como en el estado mental y un elevado riesgo de consumo de sustancias tóxicas.

El diagnóstico en adultos resulta complicado debido a la comorbilidad, es decir, la coexistencia con otras patologías psiquiátricas, ya que los síntomas del TDAH se pueden solapar con los de los otros trastornos como trastorno por abuso de sustancias, trastornos de ansiedad y del ánimo.

Aunque no hay una cura para el TDAH, los tratamientos pueden reducir los síntomas y mejorar el funcionamiento diario.

El tratamiento para el TDAH suele incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida y terapia conductual.

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Síntomas del TDAH en adultos

Si tienes TDAH de adulto, puede que te resulte difícil:

  • Seguir instrucciones
  • Recordar información
  • Concentrarse
  • Organizar las tareas
  • Terminar el trabajo a tiempo

Desafíos que enfrentan los adultos con TDAH

Si tienes TDAH, puedes tener problemas de

  • Aburrimiento crónico
  • Retrasos y olvidos crónicos
  • Depresión
  • Procrastinación
  • Problemas de relación
  • Baja tolerancia a la frustración
  • Baja autoestima

¿Cómo se diagnostica el TDAH en adultos?

Busque un psiquiatra que tenga experiencia en el diagnóstico y tratamiento de personas con TDAH.

El médico puede:

  • Pedirte un examen físico.
  • Tomar una muestra de sangre.
  • Recomendar pruebas psicológicas
  • Hacerle preguntas sobre su historial médico
Dra. Tamara Salom

Dra. Tamara Salom

Psiquiatra

¿Cómo te ayudo?

Soy la Dra. Tamara Salom, profesional altamente comprometida con las personas que  acuden a mí en busca de ayuda psicológica. Este compromiso de restaurar la salud mental, lo hare haciendo uso de cada una de las herramientas con las que cuento, primero como médico, luego como especialista en psiquiatría, psicoeducación, Terapia Cognitiva conductual y la farmacoterapia si la persona cumple con los criterios necesarios para indicarla.

Mi objetivo principal es poder alcanzar el bienestar emocional, logrando que el paciente tome conciencia de la importancia que tiene la forma en que pensamos, sentimos y actuamos. Y de como todo esto repercute en la calidad de vida.

Experiencia

Grado de Medico Cirujano en la UCV 1991 (Homologado como licenciada en Medicina en España) 2011

Especialización en Psiquiatría en el IVSS (Sebucan, Caracas, Venezuela) 2001

Diplomado en Terapia Cognitiva Conductual (TCC) 2003

Rotaciones en Grand Rounds Hospital Beth Israel Boston 2005 (Universidad de Harvard)

Rotación en Grand Rounds New Haven Hospital 2006 (Universidad de Yale)

Más Acerca del Déficit de Atención en Adultos

 

Tipos Principales de TDAH:

Hay tres tipos principales de TDAH:

Predominantemente impulsivo e hiperactivo:

Las personas con este tipo de TDAH suelen tener síntomas de impulsividad e hiperactividad, en adultos Se mantiene la Impulsividad que es la tendencia a actuar sin pensar en las consecuencias, y el deseo de recompensas inmediatas.

  • Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (p. ej., termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación).
  • Con frecuencia está “ocupado,” actuando como si “lo impulsara un motor” (p. ej., es incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos).
  • Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ej., mientras espera en una fila).
  • Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ej., se mete en las conversaciones, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen otros).
  • Se mueve constantemente o tal vez hable sin parar.

Predominantemente desatento:

Las personas con este tipo de TDAH

  • * tienen dificultad para prestar atención, fallan en los detalles o por descuido cometen errores en las tareas o en el trabajo.
  • * dificultad para mantener la atención en actividades recreativas (por ejemplo conversaciones o lectura prolongada) .
  • * Con frecuencia parece tener la mente en otras cosas.
  • * Con frecuencia inicia tareas pero se distrae fácilmente y se evade con facilidad.
  • * Dificultad para gestionar tareas secuenciales, descuido y desorganización en el trabajo, mala gestión del tiempo, no cumple los plazos.
  • * Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en realizar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (por ejemplo; quehaceres domésticos, preparar informes, llenar formularios).
  • * Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (p. ej., materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles del trabajo, gafas, móvil).
  • * Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados).
  • * Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (p. ej., hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las fac- turas, acudir a las citas).

Combinado:

 Este es el tipo más común de TDAH. Los síntomas incluyen una combinación de impulsividad, hiperactividad y falta de atención.

¿Cómo se trata el TDAH en adultos?

Los planes de tratamiento pueden incluir medicamentos, terapia, educación o aprender más sobre el TDAH y obtener apoyo familiar.

En conjunto, estas cosas pueden ayudarte a encontrar nuevas formas de hacer las cosas que pueden facilitar la vida cotidiana. Eso puede hacer que te sientas mejor en general y que te sientas mejor contigo mismo.

Es importante que un médico te examine a fondo. Esto se debe a que las personas con TDAH a menudo se enfrentan también a otras condiciones. Es posible que también tengas un problema de aprendizaje, ansiedad u otro trastorno del estado de ánimo, un trastorno obsesivo compulsivo o una dependencia de las drogas o el alcohol. Conocer todo el panorama puede asegurarte el mejor plan para ti.

Estos problemas pueden afectarte mucho o pueden no molestarte mucho. Pueden ser problemas todo el tiempo o depender sólo de la situación.

No hay dos personas con TDAH que sean exactamente iguales. Si tienes TDAH, es posible que puedas concentrarte si te interesa o te entusiasma lo que estás haciendo. Pero algunas personas con TDAH tienen problemas para concentrarse en cualquier circunstancia. Algunas personas buscan la estimulación, pero otras la evitan. Además, algunas personas con TDAH pueden ser retraídas y antisociales. Otras pueden ser muy sociables e ir de una relación a otra.

Otras cosas que puede hacer para controlar el TDAH

Cuando se tiene TDAH, incluso las tareas más sencillas, como hacer la compra o pagar las facturas, pueden resultar abrumadoras. Cualquiera puede tener cambios de humor, pérdida de concentración y problemas para organizarse, pero si tienes TDAH es posible que tengas que lidiar con esto cada día.

Tu médico puede sugerirte medicación u otro tratamiento para ayudarte a concentrarte mejor, pero hay cosas que puedes hacer por tu cuenta para que la vida con TDAH sea más llevadera:

Tomar los medicamentos según las indicaciones. Si estás tomando algún medicamento para el TDAH o cualquier otra enfermedad, tómalo exactamente como te lo han recetado. Tomar dos dosis a la vez para ponerse al día con las dosis olvidadas puede ser malo para ti y para los demás. Si notas efectos secundarios u otros problemas, habla con tu médico lo antes posible.

Organízate. Elige un momento tranquilo y sin prisas -quizá por la noche, antes de irte a la cama- y planifica el día siguiente, hasta cada una de las tareas. Haz una lista realista de las cosas que debes completar. Alterne las cosas que quiere hacer con las que no quiere hacer para ayudar a su mente a mantenerse ocupada.

Utiliza un planificador diario, una aplicación de recordatorio, un temporizador, deja notas para ti mismo y pon el despertador cuando necesites recordar una cita u otra actividad.

Sé realista con el tiempo: Tu cerebro está conectado de forma diferente al de otras personas, y puede que te lleve más tiempo hacer las cosas. No pasa nada. Calcula un tiempo realista para tus tareas diarias, y no te olvides de prever un tiempo de descanso si crees que lo vas a necesitar.

Respira despacio. Si tiendes a hacer cosas de las que luego te arrepientes, como interrumpir a los demás o enfadarte con ellos, controla el impulso haciendo una pausa. Cuenta hasta 10 mientras respiras lentamente en lugar de actuar. Por lo general, el impulso pasará tan rápido como apareció.

Reduce las distracciones. Cuando llegue el momento de ponerse manos a la obra y hacer algo, elimine las distracciones. Si te distraes con la música alta o la televisión, apágala o utiliza tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido para ahogar los sonidos.

Pon el teléfono en silencio. Trasládate a un lugar más silencioso o pide a otras personas que te ayuden a reducir las distracciones. Si puedes, trabaja en una habitación con una puerta que puedas cerrar. Organiza tu espacio de forma que te ayude a concentrarte.

Controla el desorden: Otra forma de tranquilizar tu cerebro es despejar tu espacio de cosas que no necesitas. Esto puede evitar las distracciones y puede ayudarte a mantenerte organizado porque tendrás menos cosas que ordenar. No uses papel: elimina tu nombre de las listas de correo basura y paga las facturas por Internet. Consigue algunos ayudantes de organización, como contenedores bajo la cama o soportes sobre la puerta. Pide ayuda a un amigo si te parece que estás nadando en un mar de desechos y no sabes por dónde empezar.

Quema la energía extra. El ejercicio es bueno para todos, pero puede hacer algo más que mejorar la salud de tu corazón si tienes TDAH. Incluso un poco de ejercicio regular puede aliviar los síntomas del TDAH. Es posible que necesites una forma de deshacerte de la energía si eres hiperactivo o te sientes inquieto. El ejercicio, un hobby u otro pasatiempo pueden ser buenas opciones. Intenta hacer entre 20 y 30 minutos al día. Si trabajas en una oficina, una caminata rápida durante el almuerzo puede ser el boleto para vencer el bajón vespertino de tu cerebro. Después de hacer ejercicio, te sentirás más concentrado y tendrás más energía para seguir trabajando.

Aprende a decir no: El comportamiento impulsivo puede ser un efecto secundario del TDAH. Esto significa que tu cerebro puede morder más de lo que puede manejar. Si te sientes abrumado, intenta decir que no a algunas cosas.

Pregúntate a ti mismo: ¿Realmente puedo hacer esto? Sé sincero contigo mismo y con los demás sobre lo que es posible y lo que no. Una vez que te sientas cómodo diciendo que no, podrás disfrutar aún más de las cosas a las que dices que sí.

Recompénsate: Cumplir con una tarea puede ser más fácil cuando hay un estímulo de ánimo al final. Antes de emprender un proyecto, decide una recompensa para ti mismo una vez que hayas terminado. El refuerzo positivo puede ayudarte a mantener el rumbo.

Pide ayuda. Todos necesitamos ayuda de vez en cuando, y es importante no tener miedo de pedirla. Si tienes pensamientos o comportamientos perturbadores, pregunta a un consejero si tiene alguna idea que puedas probar y que te ayude a controlarlos.